Tengo perros con rabia en mi patio, me muerden, me desangro, me envenenan, me hacen lloran… y yo les sigo dando de comer. Cuando no aguanto más, me escondo en la casa, es el único lugar donde puedo estar segura, eso me gritan desde el patio. Son como pequeños monstruos de película Walt Disney, tienen una astilla en las patitas, por es tanto dolor, yo los comprendo y los miro desde la ventana con ternura, esperando a que llegue el momento de anestesia para acariciarlos, besarles las caras, decirle que los amo, aunque ellos se giren. Yo creo que me quieren y no me quisieron intoxicar ni hacer daño, es que el dolor y el patio les quito la vida, se olvidaron…yo a veces abro todas las puertas y pongo canciones de libertad esperando que corran. Yo a veces creo tener libertad y corro, pero sin querer también termino tomando algún tapsin forte……..
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