lunes, 15 de noviembre de 2010

ISABEL

Caminó cansada
Vacía de recuerdos
Maldita de justicia
Apuntada por el dedo
Despreciando revelarse

Movida por las tentativas
De un pisar sin huellas
Huyó de ese destino enfermo

Y se quedó
Con la capucha puesta
Para despreciar firmes represalias

Se quedó
Con los ojos llorosos
La garganta encolerizada
Y los puños apretados

Pero se quedó
Con la mirada llena de letras
Su boca albergada de cuentos coloridos
Sus oídos aplastados de poesías descarnadas
Y sus venas recorridas por dramas de amor

Pero se quedó
Con los pies malparidos
Las uñas mordisqueadas
El corazón medio envenenado
Y un altar en la mano que decía:
Maravillosa puta vida

Un día se cansó de sobrevivir
Y marchó
Con el orgullo en la chaqueta
La humillación en el bolsillo
El amor entre las manos
Y las infamias en el culo

Huyó de rutinas mal redactadas
Y cronologías arbitrarias
De terroristas con nombre y apellidos conocidos
De la escasez de locura
Y exceso de sobriedad

Huyó a la incertidumbre de ser callejero
Y extraño en el mismo cuerpo
Corrió a esas nuevas mentiras que regalaban
Nueva  vida para rebelarse.
                                                                                                                              


Camila González.







2 comentarios:

  1. Un intenso escrito
    lleno de exilio y evocación



    saludos

    ResponderEliminar
  2. es un lindo escrito...que me dedico una amiga: Camila Gonzalez.(teacuerdasdelcolorazul.blogspot.com)



    te agrego a msn, el mio es patasdeperra@hotmail.com



    saludosssss

    ResponderEliminar